Superposición estática
Pensando en qué podría escribir para inaugurar la sección de Atletismo, tenia claro que deseaba transmitir lo que significa realmente para mi este deporte, también con el afán de arrojar luz a rincones que solo un entrenador comprometido con su pasión puede llegar a comprender y así poder lograr que alguien ajeno a este deporte pueda llegar a amarlo.

La práctica del atletismo y la forja del carácter.


En un entorno en el que todo avanza cada vez más rápido junto al aumento vertiginoso de mayores comodidades, el efecto que surte en la gente la eminente falta de transmisión de los valores que surgen de ser independiente, autónomo y resolutivo por méritos propios; encontramos muchas veces personas con serias dificultades para colocar su umbral de frustración en un nivel mínimo que propicie el aprendizaje y la evolución.

Y sin pretender parecer alguien que tenga derecho a dar lecciones de vida (para eso han estado nuestros abuelos), si puedo hablar de cómo la práctica del atletismo y del deporte en general, puede generar un efecto educacional y de forja del carácter en la gente a cualquier edad.

Esta valoración que a veces puede parecer pesimista por mi parte, y no es más que otro reto más que se plantea para tomar como objetivo el poder influir en la gente para trabajar su actitud ante la vida, entendiendo esto como tomar iniciativa sobre la exploración de dónde pueden estar sus límites físicos y mentales.

Tomar la práctica del atletismo como modelo del valor al esfuerzo.


Si  embargo existe un arme de doble filo al abordar la práctica del atletismo como medio para mejorar nuestro estado físico y mental, y es que la práctica de este deporte lleva implícita una actitud de búsqueda de resultados (por su propia naturaleza: más rápido, más alto y más lejos), pero esto no es más que una interpretación que la sociedad ha instaurado alrededor de este deporte, pues no existe mejor práctica que eduque en la cultura del esfuerzo y la autodisciplina, que la del atletismo.

Lo que realmente ocurre es que se ha ido viciando la naturaleza del verdadero corazón del atletismo, hacia una perspectiva donde el germen se sitúa en la sociedad de la constante "competición por todo", y la cual se empeña en darle una nota o valor numérico a lo que se hace. Esto nos aleja de lo que, desde mi punto de vista, realmente nos enseña la práctica del atletismo: el valor del proceso en la búsqueda de la excelencia.

Por supuesto, no estoy refiriéndome a la práctica del atletismo sin tener en cuenta la parte del obtener un resultado numérico, una marca o un puesto (si es que se compite), si embargo creo que esa parte es simplemente el reflejo de todo lo que hay detrás y que la real "competición" es con uno mismo, dentro de esa constante búsqueda de la excelencia y aprendizaje sobre como tu cuerpo es capaz de adaptarse a distintas situaciones y de cómo tu mente se moldea poco a poco haciendo que te conviertas en alguien más resiliente.

Y es que, en la práctica del atletismo, se peca casi siempre de practicar ese resultismo a ultranza, donde sólo importa si "has ganado o has perdido" algo, en lugar de contextualizar el camino que ha seguido alguien hasta ese resultado logrado. Si eso ocurriese así, estaría garantizada una alegría mayor por los buenos resultados gracias el valor al esfuerzo ha estado por encima del mismo; así como también conseguir un resultado calificado como "malo" sería un punto de aprendizaje de mayor valor aún y nunca un fracaso negativo.

Esto no es ni mucho menos una apología del "positivismo a ultranza" donde no caben las penas ni los días malos o las experiencia traumáticas, pero si de la actitud de aceptación y resiliencia para tomar estos puntos como retos que al abordarlos con la mejor virtud posible, se tornan como parte del proceso de esa búsqueda de la excelencia.

La práctica del atletismo como medio para enseñar a "HACER".


Como ultima idea y pensando en cómo el efecto de la práctica del atletismo es capaz de trasladarse a nuestro día a día, también veo que es de vital importancia en una vida donde el concepto de experiencia ha sido sustituido por el del sólo estudiar o tener conocimientos.

Desde mi punto de vista se ha perdido la actitud de hacer más cosas, de probar, de arriesgarse o asumir tareas físicas que te ponen a prueba y se ha tendido más al tener títulos académicos, postgrados y cursos sin saber en la mayoría de las ocasiones poner a prueba eso que se ha estudiado y ni mucho menos en proyectos personales o retos propios que hayan nacido en las inquietudes de cada individuo.

Creo que la practica del atletismo, por tener como gran base la autodisciplina y la exposición a las incomodidades, enseña sin pretenderlo a que todo el que lo practique adopte un repertorio de conductas proactivas e iniciadoras de algo, de una vida más activa, con una actitud menos victimista y más hacedora.

Así que, si tienes oportunidad de iniciar la práctica del atletismo o de cualquier deporte que te llame la atención, lo hagas sin prejuicios, sea cual sea tu edad, por poco que hagas ya estarás añadiendo un efecto positivo a tu vida.

Así que, un saludo, ¡ánimo y a entrenar!